Sueños Acompañados

Desde hace ya 24 años practicaba el colecho cuando ni siquiera se hablaba de eso, ni estaba de moda, ni se llamaba así, o por lo menos no con el boom de estos tiempos recientes. Simplemente surgió con mi primer hijo de manera natural, sin mucho análisis y me atrevería a decir que hasta de manera biológica. Creo que después de 9 meses llevando un bebé en el vientre, de compartir nutrientes, latidos, emociones y ritmos, tanto la madre como el pequeño sienten esa necesidad de permanecer juntos más allá del parto, sin embargo, les confieso que a pesar de que muchos estudios afirman que es muy beneficioso en la regulación del sueño del bebé y por lo tanto favorecer así el sueño también de los padres, en mi caso muy particular, si bien el ponquesito dormía de maravilla, yo dormía malísimo.  Si, ya se que probablemente se deba a que soy una estresada, lo cierto es que no podía evitar despertar cada 5 minutos, asustada pensando que podíamos aplastarla, asfixiarla, etc.

Me levantaba cada mañana agotada y con tortícolis. Afortunadamente hay muchas opciones y recursos actualmente en el mercado para llevar a cabo la práctica del colecho de manera más relajada. Hay una gran variedad pero esta es de las que más me gusta:

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Si bien esta práctica tiene tantos amantes como detractores, creo que lo más importante siempre es que cada mamá/papá siga su instinto, siempre procurando cumplir con las normas de seguridad adecuadas, pero tratando también de satisfacer las necesidades físicas, biológicas y emocionales del bebé, que durante 9 meses estuvo protegido en el vientre materno y de pronto se encuentra en una circunstancia totalmente desconocida para él. Es importante tener en cuenta que al momento del nacimiento, el bebé debe afrontar la separación de su madre y enfrentarse con el mundo exterior, con nuevas y retadoras experiencias, sensaciones y estímulos, por lo que hacerlo sentirse protegido es fundamental. Al menos en mi opinión.

Puedo dar fe, en las dos experiencias que he vivido, que aunque diametralmente opuestas, han tenido desenlaces muy satisfactorios. Fortalecimiento de vínculos, regularización del sueño, facilita la lactancia materna durante la noche y ofrece la oportunidad al niño de ser él quien elija cuando abandonar la cama de papá y mamá. Ese dicho que reza que si lo dejas dormir contigo un día, jamás podrás sacarlo de tu cama, en nuestro caso, no ha podido ser más «mito«. Mis dos hijos, cada uno en su momento, decidieron un buen día irse a dormir a su camita sin ningún tipo de coacción o imposición. Si bien es cierto, que aún hoy, el ponquesito se pasa para nuestra cama y que muchas veces incluso nos ha tocado amapucharnos en la suya, en líneas generales ella misma es la que prefiere dormir solita.

Cada familia tiene la potestad de elegir cuál es el método de crianza más adecuando para sus hijos. Vivimos en un mundo muy acelerado en el que el contacto físico se hace cada vez más escaso pero a la vez más necesario. Estamos cada vez más solos, las familias más distanciadas y más necesitados y ávidos de cariño, por lo que cada instante en el que sea posible el intercambio de afecto, debería ser sagrado.

Quiero dejarles una frase de Laura Gutman, que a mi en lo personal me resulta muy reveladora y esclarecedora alrededor de todo este asunto tan complejo:

«¡Por supuesto que los niños no quieren dormir solos! Ni quieren, ni deben. Los bebés recién nacidos no están preparados para un salto a la nada: a una cuna sin movimiento, sin olor, sin sonido, sin sensación de vida. Esta separación del cuerpo de la madre causa más sufrimientos de lo que podemos imaginar y establece un sinsentido en el vínculo madre-niño. Lamentablemente, las madres jóvenes desconfiamos de nuestra capacidad para comprender los pedidos de nuestros hijos. Sabemos lo que ellos necesitan, pero por algún motivo misterioso, no estamos dispuestas a satisfacerlos.» – Laura Gutman.

Todo lo que seamos capaces de sembrar en nuestros hijos hoy se verá reflejado en el mundo que ellos mismo construirán mañana. Procuremos que esas semillas que hoy plantamos den frutos de amor, de compasión, de gratitud. Sea cual sea la metodología que empleemos. 

Por último, una de las cosas que considero de mayor importancia, tanto en temas de maternidad como en cualquier ámbito de nuestras vidas, es confiar en la intuición y en nuestras propias capacidades. Seguir más nuestros instintos por encima de cualquier manual y confiar en nuestro poder. La naturaleza no se equivoca. Se hace indispensable tener en cuenta en todo momento, que nadie es poseedor de la verdad absoluta. Estamos aquí para aprender, crecer y evolucionar. Cada quien a su propio ritmo. 

5 comentarios en “Sueños Acompañados

  1. Estoy de acuerdo, mis hijos ya pasan de los 40 años y sin saber de estos conocimientos dormían con nosotros de vez en cuando. Se pasaban a nuestra cama de noche, quizá cuando tenían frío o miedo por alguna pesadilla. Lo que queda claro es que en todos los tiempos es igual para que los niños duerman con sus padres.

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  2. Digamos que en casa practicamos medio colecho, al principio comenzamos a pasarlas a la cama, pero llego un momento en que mi esposo no dormía el pobre sentía que las aplastaba y no dormía así que duermen a nuestro lado, pero a eso de las 3 am o 4 se despiertan y las pasamos a nuestra cama así que medio colecho jajaja, el otro día pase un susto por que Victoria se despertó y nosotros no, acto seguido nos despertó el llanto, la niña se había caído como ya gatea, gracias a dios fue un susto ya que se llevo parte de la cobija con la caída y esta amortiguo un poco.

    1. Ohhh… menos mal que no le pasó nada, pobre =( eso es lo que me estresa a mi también del colecho, que se caigan o que uno pueda hacerles daño, golperlas con algún movimiento brusco o aplastarlas, por eso creo que reo que lo ideal son las cunitas que se pueden incorporar al lado de la cama, algo asi como juntos pero no revueltetas que puedes inc

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  3. Buen día agradecida con Dios Padre y la Diosa madre MCL por tan maravillosa información.Ya que vivíamos en un mundo de ignorancia emocional y somos esclavos de ésta que maravilloso sería que cada pareja tuviesen conciencia de su rol para crear niños libres emocionalmente con acompañada con la Inteligencia Emocional hay tanto por saber que he decidido a mis maravillosos 60años de edad continuar sintiéndome con temas como estos para colaborar con toda aquella persona que quiera ser mejor cada día y más que todo comprender a cada persona que fue abandonada emocionalmente gracias las de.corazón a corazón

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