¿Qué son los entuertos?

Desde muy pequeña escuché a mi mamá varias veces hablar sobre los «entuertos». Ya el nombre de por si me sonaba aterrador, a eso le sumamos que la única información que tenía es que eran dolorosos y ocurrían a partir del segundo embarazo y los siguientes, no así con el primero. Eso quedó ahí, guardadito en mi inconsciente, hasta el 31 de diciembre de 2011, a escasos meses del nacimiento de mi segunda hija.

Esa noche, luego de recibir el nuevo año, nos acostamos a dormir. Ya las celebraciones hasta las tantas de la madrugada habían sido sustituidas por noches de cuentos, canciones infantiles y horas de sueño interrumpidas entre teta y pañal, pero en esta oportunidad, no fue la chiquita quien me despertó. Ni siquiera fueron los cohetes y fuegos artificiales de quienes seguían celebrando. De repente y sin previo aviso, un dolor muy fuerte se apoderó de la parte baja de mi abdomen. Un dolor parecido a las contracciones del trabajo de parto pero constantes, sin interrupción.

Considero tener un umbral del dolor bastante alto, así que puedo decir con propiedad que el dolor era de intensidad media a alta, aunque no lo suficiente como para despertar a nadie. Me tomó un tiempo entender lo que sucedía, hasta que recordé las anécdotas de mi madre. Como aún amamantaba, no me atreví a tomar ningún analgésico, aunque confieso que me sentí tentada. Finalmente, al cabo de algunas horas, el dolor cedió. Este fue el único episodio que tuve, lo que me hace dudar un poco de que hayan sido realmente los temidos entuertos, ya que de acuerdo a los libros, los mismos suelen ocurrir, durante los primero días después del parto y pueden durar cerca de una semana.

Como todo en la vida, cada organismo es diferente y cada mamá lo vivirá de acuerdo a su fisionomía. Los entuertos no son más que contracciones uterinas que permiten que el órgano recupere su posición y tamaño. Suelen notarse muy poco en primerizas, debido a la tonicidad que aún mantiene el músculo, no así en partos multiples. A media que el útero se va ensanchando con cada embarazo, se va haciendo más complicado volver al tamaño original y de ahí que las contracciones sean más intensas.

Amamantar a tu bebé favorece estas contracciones debido a la liberación de la hormona oxitocina, que actúa a nivel de las fibras musculares uterinas provocando contracciones fuertes y sostenidas. A pesar de lo incómodo, doloroso y molestos que puedan resultar, los entuertos forman parte importante del proceso natural del puerperio, (período que se extiende desde después del parto hasta las seis semanas posteriores o lo que se conoce también como la “cuarentena”).

No es aconsejable prevenir o intentar inhibirlos, ya que durante este tiempo, la naturaleza del cuerpo tiene que volver a su situación normal, es decir, la que tenía con anterioridad al estado de embarazo, y ese es un proceso natural en el que no conviene intervenir.

Qué puedes hacer si estás por tener tu segundo bebé o tienes un embarazo múltiple?

1.- Lo primero, conversar con tu médico acerca de las alternativas, en caso de que se te haga insoportable el dolor. Mientras más informada estés más fácil se te hará hacerle frente a cualquier situación.

2.- Evita comidas pesadas y/o muy condimentadas.

3.- Trata de orinar frecuentemente. La vejiga llena desplaza al útero y no deja que se contraiga como debiera, ni que se coloque en su sitio adecuadamente.

4.- Para calmar el dolor puedes aplicarte calor o adoptar alguna postura que te resulte cómoda. En mi caso, recostarme de lado fue la posición que más me ayudó.

5.- Paciencia. Es un proceso natural que a pesar de ser incomodo o doloroso nos indica que todo esta siguiendo su curso natural.

El dolor suele desaparecer al cabo de 5 ó 6 días. En caso contrario es recomendable acudir al médico para que realice una exploración para descartar alguna anomalía en el útero.